Julio Cortazar at work:
A estas alturas de mi vida, mis inconvenientes con la hidra son ya vox populi. Resulta imposible caminar por la calle con siete cabezas sin que nadie le llame la atención a su esposa distraída por medio de un codazo o ponga su mano sobre la boca en un acto reflejo. Si cargar con la esfera espinosa que es una sola cabeza ya es algo merecedor de otro mundo, imagínense lo quimérico que es tratar de subir escaleras con siete. La policefalia, no hay duda, es algo duro de sobrellevar. Yo la he sufrido desde siempre, pero me han pedido que no diserte sobre ella ni exponga mi vida en este prólogo. No sé por qué accedí a ello. Mi cabeza autócrata no está de acuerdo con este compromiso, y tampoco la jurisperita. A Solei, sin embargo, no le afecta en absoluto esta circulación de ideas. Solei es Solei, y como cabeza no me da molestias, porque mayormente le interesan las palomas de papel crepé, pero mi cabeza jurisperita es severa cuando tiene la razón, y la autócrata, ni se mencione, muchas veces me ha amenazado con tomar el control del grupo cuando no le pido los permisos que exige nuestra coalición de siete.
continue reading
Thursday, June 01, 2006
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment